Capítulo 3: BOSQUEJO DE LA SOCIEDAD COMUNISTA - TRABAJO
2. ¿Se convertirá el trabajo en una obligación para todos?
2.1. Obligaciones laborales y ética
En una sociedad comunista, si se aboliera el sistema de economía monetaria-trabajo asalariado y la gente pudiera obtener bienes y servicios para satisfacer sus necesidades independientemente del trabajo, ¿no se retiraría la gente del trabajo en sí?
De hecho, este fue el mayor problema de cuello de botella en el comunismo, y parece que fue la razón oculta por la que Marx propuso el sistema de certificados de trabajo como sistema laboral en las primeras etapas del comunismo.
La razón es que los trabajadores de "una sociedad comunista que acaba de salir del capitalismo", basándose en sus experiencias en la era capitalista, estarán acostumbrados al mundo del trabajo forzoso selectivo, donde la gente trabaja por necesidad para vivir o, por el contrario, para no trabajar a menos que la vida lo exija.
Sin embargo, si un sistema como el de los certificados de trabajo no es práctico, puede ser necesario, al menos en la fase inicial del comunismo, exigir a todos los miembros de la sociedad que trabajen con penalizaciones. De ser así, es probable que la sociedad comunista sea criticada como un archipiélago de campos de trabajos forzados no remunerados.
Dicho esto, si lo pensamos bien, incluso en el capitalismo el trabajo no es necesariamente un deber, pero la diligencia sigue considerándose la ética más importante. Max Weber relacionó esto con la ética del protestantismo, pero la situación es la misma en las sociedades donde el protestantismo no es dominante.
En el mundo del "trabajo duro" capitalista, el trabajo (asalariado) es efectivamente obligatorio mientras sea necesario para vivir, mientras que si no es necesario - por ejemplo, heredar una enorme herencia de los parientes, no hay castigo por vivir ociosamente sin trabajar.
Entonces, ¿no es la ética de la diligencia en una sociedad capitalista nada más que una orden de movilización para el servicio laboral al público en general, que debería proporcionar el trabajo que necesita el capital?
En cambio, en la etapa inicial de la sociedad comunista, las obligaciones laborales que inevitablemente se imponen no son órdenes de movilización económica, sino obligaciones sociales de todos derivadas de que la esencia del comunismo radica en la cooperación social (ayuda mutua). Pero básicamente se impondrá a la generación trabajadora central, específicamente a aquellos entre 20 y 60 años.
En este sentido, la descripción que hace Keynes del ethos comunista como "servicio a la sociedad" en contraste con el ethos capitalista de "amor al dinero" no es del todo falsa, aunque puede haber enfatizado demasiado el aspecto del "servicio".
2.2. Sistema de asignación de ocupaciones
En este punto, puede haber preocupación de que si el trabajo se vuelve obligatorio, habrá una distribución uniforme de ocupaciones, privando a los trabajadores de la libertad de elegir su ocupación.
Sin embargo, esta tesis capitalista de la "libertad para elegir un trabajo" es engañosa. A pesar del término "libertad", es el lado del capital (lado de la gestión) el que siempre tiene la iniciativa en el mercado laboral. Además, se están volviendo comunes los llamados desajustes debidos a discrepancias entre las aspiraciones, aptitudes/habilidades y el contenido de su trabajo de quienes buscan empleo.
Por el contrario, en una sociedad comunista, independientemente de que el trabajo sea obligatorio o no, se reforzará el papel de las agencias públicas de empleo y se establecerá un sistema de asignación sistemática de puestos de trabajo. Pero no conduce a una asignación forzosa. Más bien, va más allá de la mediación formal de limitarse a recopilar listados de puestos de trabajo y presentarlos a los demandantes, como la colocación en una sociedad capitalista. Esto se debe a que será posible proporcionar colocaciones laborales de tipo asesoramiento científico que tengan plenamente en cuenta las aspiraciones y aptitudes de cada persona y utilicen pruebas psicológicas.
En este sistema, todos los miembros de la sociedad del núcleo de la generación trabajadora se inscriben en las agencias de empleo públicas locales y se conciben de modo que puedan encontrar trabajos adecuados en las proximidades de su residencia en la medida de lo posible a través de las agencias. Las horas punta diarias desaparecerán.
Sin embargo, si el trabajo es una obligación con sanciones, las medidas de intervención mínimas necesarias pueden ser inevitables, como hacer que la agencia pública de empleo investigue a los solicitantes de registro que no han trabajado en absoluto durante un determinado período de tiempo para ver si existe una razón válida por no trabajar.
Por otro lado, como veremos en el capítulo 6, la formación profesional se reforzará con sistemas como los "colegios polivalentes" para adultos, que ayudarán a prevenir lo que se conoce como NEET(Not in Education, Employment or Training: una de las clasificaciones sociales de ciertas categorías de desempleados sin educación ni formación) y el desempleo de larga duración.
2.3. Reducción de la jornada laboral
La introducción de este sistema planificado de asignación ocupacional también haría posible una drástica reducción de las horas de trabajo. Esto se debe a que el reparto del trabajo, que bajo el capitalismo podría verse como una excusa para bajar los salarios, se convertirá en una forma tan básica de trabajo que no habrá necesidad de tales frases especiales.
Así, al trabajar muchas menos horas que ahora -aunque sea por obligación-, la gente tendrá más tiempo libre para dedicarse a sus propias aficiones y sueños. ¿No sería justo decir que es una sociedad con mucha más "libertad" que una sociedad agobiada por el trabajo forzado para ganarse la vida?
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